La noticia le dio la vuelta al mundo y Carla Morón se la desayunó al igual que todos. La famosa actriz Angelina Jolie se sometió a una cirugía para extirparse los ovarios y las trompas de Falopio, para poner fin a una interminable preocupación de desarrollar el mismo cáncer que le quitó la vida a su madre, a su abuela y a una tía.
La modelo ícono en todo el país entendió muy bien esa decisión, es más, la comparte.
“Voy a hacer lo mismo, ya hablamos con mis médicos y mi familia y es lo mejor para mi caso y quizás una decisión que muchas mujeres que están en esta batalla deberían pensar”, lo dice con aplomo.
No es fácil que una mujer hable de cáncer, pero Carla ya está curtida, responde a cada interrogante que se le hace al respecto, aunque eso sí, se niega a hablar en público del cáncer de mama que padeció porque hasta ahora, cuatro años después, se le sigue quebrando la voz.
Su primogénita, Bruna, tiene 6 años y su segundo hijo, Lorenzo, cinco meses de nacido.
Las seis letras de esa palabra impronunciable para muchas mujeres no la doblegaron, pero no puede esconder que no han salido de su mente y de su corazón. De ahí que hacer lo mismo que hizo Jolie sea una determinación que tomó hace rato, sin pestañear, después de someterse al tratamiento contra el cáncer de seno. Quiere disfrutar de sus hijos, verlos crecer y envejecer al lado de su esposo, Pedro Gantier.
Su lucha
“Hace años me comentaron esa opción, lo hablé con mi esposo y los doctores me dijeron que era decisión mía. Cuando entré a cirugía para dar a luz a Lorenzo pregunté si podían quitarme todo (el útero) y me dijeron que era mucho el cambio y que espere hasta que esté recuperada para pensar en ello”.
Su decisión apunta a detener la montaña rusa de emociones que experimenta cada vez que debe hacerse un control. “Quiero cortar con todo y estar más tranquila. No sé si lo haré este año, en mayo me voy a hacer mi control a Argentina y luego pondré la fecha”
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