Comenzó peladinga en el modelaje. Tiene 32 años y, con el paso del tiempo, se pone mejor. Andrea Herrera Áñez no solo está en otro momento físico, sino también emocional. La directora de la revista Luhho y también de relaciones públicas de Branding Latin America, en Estados Unidos, es una mujer soltera y madre de Stefano Petrov (5). Radica en Miami, cerró su tienda de accesorios en Santa Cruz, pero viene cada dos o tres meses para ver a su familia. Ya no participa en los desfiles de las magníficas y está divorciada de Peter Petrov.
_ ¿Por qué vivir fuera de Bolivia?
Tenemos más oportunidades de crecer y quisiera, si Dios quiere, que mi hijo estudie y crezca en una sociedad más estable.
_ ¿Por qué no desfilaste en las magníficas?
Hace unos años dejé de hacerlo porque ya cumplí con el tiempo de estar sobre esa pasarela y era momento para dar lugar a nuevas chicas. Hace algunos años solo hago campañas anuales y soy muy selectiva con mis trabajos, pero siempre seré magnífica y apoyaré a Pablito. Crecimos juntos y, más que amigos, somos una familia. Esos lazos no se rompen jamás.
_ ¿Qué pasó con tu tienda?
Me costaba mucho manejarla desde afuera, los negocios funcionan mejor cuando uno está ahí para controlar todo.
_ ¿Cómo era la antigua Andrea y cómo es la nueva?
Era muy tímida, todo me daba vergüenza y no me animaba a decir o a hacer nada, no creía en mí ni en lo que podía llegar a ser. Con los años adquirí mucha seguridad, experiencia y madurez. Hoy siento que no hay nada que no pueda lograr. No puedo creer todo lo que he alcanzado en mi vida, agradeciendo lo suficiente a Dios y a todas las personas que me apoyaron. Ni en mis sueños pensé llegar donde estoy ahora. Lo más importante es que, donde esté, mi esencia no cambia. Sé de dónde vengo.
_ ¿Cómo influyó el divorcio en tu nueva vida?
Solo las personas que lo han pasado entienden lo que conlleva y lo difícil que es cuando hay hijos de por medio. Esa es la peor parte. Los mayores nos acostumbramos y nos acomodamos a todo, pero a ellos les cuesta más. Gracias a Dios mi exesposo y yo tenemos la mejor relación. Cuando me faltan fuerzas pienso en mi hijo. Con un divorcio, el corazón queda lastimado, uno se hace miles de preguntas, se culpa de muchas cosas que pudo hacer diferente. Siempre será un fracaso en tu vida, pero también una oportunidad para aprender. Me casé a los 23 años, he aprendido muchísimo de todas esas experiencias.
_ Cuando te tocan el tema, siempre estás serena...
No me parece un tema para esconder, molestarse o sentirse incómoda. No soy la primera ni la última que pasará por esto, la vida es así, a veces las cosas no salen como esperábamos, pero hay que seguir adelante, caer, levantarse y transformar lo negativo en algo positivo.
_ ¿Estás en una relación?
No.
_ ¿Qué opinás de que una mujer salga con alguien menor? En Santa Cruz aumenta la tendencia...
Cada quien es libre de buscar su felicidad en quien crea que es la persona indicada, y para eso no hay edad.
_ ¿Importa la edad?
Para nada, es muy relativo y depende de cada persona. Creo que en el amor las cosas funcionan así. No hay reglas que te digan qué sentir y por quién, simplemente sucede y, cuando pasa, la edad es lo de menos.
_ ¿Aún tenés fe en el matrimonio?
Sí, todavía. Mejoraría mucho la comunicación, siempre dicen que es lo más importante, pero uno no le da la importancia que realmente tiene en una relación. Una buena comunicación es todo.
_ ¿Cómo se cría a un hijo estando sola en un país extraño?
Eso sí es difícil acá. Sin ayuda, sin mi familia, amigas, pero a todo uno se acostumbra y, cuando te organizás bien y dormís poco, todo se puede (risas).
_ Mi exesposo regresó a vivir a Perú y viene a Miami a visitar a Stefano 10 días al mes.
Criar sola a un hijo tiene muchos retos, pero la relación que tengo con él es única, no la cambio por nada. Estamos juntos 24/7, viajamos y salimos juntos, son momentos que valoro y atesoro en el alma porque crecen tan rápido, que después voy a extrañar tenerlo conmigo todo el tiempo.
_ Eras imagen de una campaña...
Sigo siendo embajadora de buena voluntad de la organización Siembra Juventud y de ONU Mujeres, y seguimos trabajando juntos en la lucha contra el feminicidio. También me nombraron embajadora de la campana HeforShe
