Stephany empezó el modelaje hace tres años, después de que en una cena un ‘cazatalentos’ de la agencia de Pablo Manzoni viera en ella mucho potencial y la invitara a ser parte de la prueba para ingresar a las filas de las Magníficas. “Yo me sentí insegura de entrar, pero mi familia me apoyó mucho y además era el sueño de mi madre que yo pudiera ser modelo, por lo tanto me animé y gracias a Dios fui aceptada”.
Ella es la cuarta de cinco hermanos, hijos de Marcelo Cáceres y de María Mercado, quien lamentablemente ya no los acompaña más. Se considera por sobre todas las cosas una persona sencilla que disfruta de estar con su familia, no es muy amiguera, pero a las amistades que tiene las aprecia mucho, destaca mucho la presencia de Jimena Jiménez en su vida de modelo, la considera una consejera y amiga que siempre está junto a ella.
Le encanta su trabajo porque conoce muchas cosas nuevas y espera estar desempeñándolo por mucho tiempo y espera lograr casarlo con su profesión. Uno de los trabajos que más le gustó fue el que realizó en la Feicobol en Cochabamba porque no solo modeló sino que tuvo que interactuar con la gente, sobre todo con los niños, lo que le significó un nuevo reto.
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