Dominique se describe a sí misma como sencilla, pero siempre elegante al vestir. Y fiel a esta consigna no invierte mucho dinero en su vestuario, a menos que sea, claro, para atuendos de gala. Tampoco tiene una marca favorita, pero le gusta seguir las tendencias y no se inspira en nadie a la hora de vestir, pues disfruta de mezclar estilos. Al momento de comprar adquiere las prendas que le parecen lindas y le queden bien, aunque prefiere los enterizos por la comodidad y los crop top con falda corta.
Para bolichear con sus amigas, la bella magnífica recurre a los short, a juego con alguna blusa elegante, así además de verse bien está cómoda pese a las altas temperaturas y puede mostrar sus pasos de baile con total soltura. En cuestión de maquillaje tampoco se hace problemas, le gusta que sea algo básico: rímel, un poco de delineador, una base natural y está ¡lista para la foto! Sus accesorios favoritos son los collares, porque le encanta cómo puede enaltecer una prenda sencilla.
Incursionó en el modelaje este año, luego de una sesión de fotos con Pablo Manzoni, como imagen de la marca Auttore, de la diseñadora Liliana Castellanos. Le gusta el mundo del modelaje y en su familia, su abuela fue Miss Bolivia. Ahora es la new face de Manzoni.
A fuego lento
La rubia quiere seguir los pasos de su papá, el chef francés Gerard Germain, y especializarse en gastronomía internacional en la universidad Johnson and Wales, en Miami, pero antes de irse se estrenará en la cocina del restaurante de su padre, que lleva su nombre.
Dominique ama estar dentro de una cocina, asegura que su platillo estrella es el spaghetti al pesto y que además es el primero que aprendió a preparar, bajo la guía de su padre, que es su ídolo culinario
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